martes, 13 de julio de 2021

LA CARTA A LOS COLOSENSES

 

COLOSAS, LA CIUDAD

La ciudad de Colosas está situada en Frigia, provincia del centro del Asia Menor, en el valle del Lico, no lejos de Laodicea (que se menciona en Col 4,15): "Saluden a los hermanos de Laodicea, Ninfa y a la Iglesia de su casa". Y de Hierápolis, hoy la moderna Pamukkale, tan conocida de los turistas por sus fuentes termales, que han labrado un singular paisaje de acantilados petrificados. Por Colosas pasaba la importante ruta comercial que unía Efeso con el Asia interior. La ciudad era un centro de producción de lana negra brillante, llamada lana «colosiana».

Colosas fue perdiendo poco a poco su importancia en provecho de su vecina Laodicea, fundada por Antíoco II (261-246 a.C.), la rica ciudad que menciona el Apocalipsis (Ap 3,14-22). En esta región, Antíoco III, por el año 210 a.C., instaló una colonia militar judía para que vigilase a la población autóctona.

ORIGEN LA COMUNIDAD CRISTIANA

Durante su rápido paso por Frigia (Hech 16,6), San Pablo no evangelizó personalmente Colosas ni Laodicea (Col 2,1): “Quiero que sepáis qué dura lucha estoy sosteniendo por vosotros y por los de Laodicea, y por todos los que no me han visto personalmente”. Al contrario, durante su estancia de cerca de tres años en Éfeso (Hech. 19), Pablo convirtió a algunos habitantes de Colosas, a Epafras (Col 1,7) Y a Filemón, que se convirtieron en los apóstoles de su ciudad natal.

 La comunidad naciente se reunía en casa de Filemón (Flm 5), a quien Pablo envió una carta impresionante, para obtener el perdón de un esclavo fugitivo, Onésimo. Epafras se sintió pronto desbordado por las cuestiones difíciles que se le planteaban y marchó a ver al apóstol, entonces prisionero (Col 4,10). Pablo confió su respuesta Tíquico (Col 4,7-8) y a Onésimo (Col 4,9) con otra misiva para Laodicea, que se ha perdido (Col 4,16).

Toda aquella región se vio devastada por un terremoto el año 7.° de Nerón (60/61) (Tácito, Anales XIV, 27). Mientras que la opulenta Laodicea pudo reconstruir sus edificios con sus propios recursos, para Colosas aquello fue el golpe de gracia, ya que desde entonces no se oyó hablar más de ella. Nuestra carta no hace ninguna alusión a este terremoto. Seguramente se escribió antes de que la noticia llegara a Roma.

PLAN DE LA CARTA 

1,1-2

Encabezamiento

1,3-8

Acción de gracias por los frutos del Evangelio en Colosas.

1,9-11

Oración por el progreso de los colosenses en el conocimiento de la voluntad de Dios.

1,12-14

Acción de gracias por el acceso al Reino del Hijo amado.

1,15-20

1,15-18ª

1,18b-20)

HIMNO A CRISTO

Primogénito de toda criatura

Primogénito de entre los muertos

1,21-23

Exhortación: Permaneced firmes en la fe.

1,24-2,5

El combate del apóstol

·         Pablo encargado de anunciar a las naciones el misterio de Cristo

·         Su plegaria para que los fieles progresen en el conocimiento de Cristo

2,6-15

 

2,6-7

2,8-10

2,11-13a

Exhortación: Vivir en la fidelidad a Cristo, caudillo de las Potencias.

ü  caminar en Cristo

ü  advertencia contra la filosofía

ü  nuestra pertenencia a Cristo por el bautismo

2,13b-15

HIMNO sobre la victoria de la CRUZ

2,16-23

Advertencia contra las prácticas supersticiosas

3,1-4

Conclusión: Nuestra vida con Cristo

3,5-11

Exhortación: Revestirse del hombre nuevo

 

3,12-17

Vida en comunidad en el amor y la acción de

gracias

3,18-4,1

Lista de deberes domésticos

4,2-18

Conclusión: Preocupaciones misioneras y mensajes personales.

ENCABEZAMIENTO (Col 1,1-2)

1Παῦλος ἀπόστολος Χριστοῦ Ἰησοῦ διὰ θελήματος θεοῦ καὶ Τιμόθεος ὁ ἀδελφὸς

Paulo apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios y Timoteo el hermano.

2τοῖς ἐν Κολοσσαῖς ἁγίοις καὶ πιστοῖς ἀδελφοῖς ἐν Χριστῷ, χάρις ὑμῖν καὶ εἰρήνη ἀπὸ θεοῦ πατρὸς ἡμῶν.

a los Santos de Colosas, hermanos fieles en Cristo, gracia a ustedes y paz de parte de Dios nuestro padre.

Pablo se presenta como apóstol y no hace alusión todavía a su situación de prisionero (1,24; 4,3). Se asocia a Timoteo, discípulo fidelísimo, a quien se menciona en el encabezamiento de otras cinco cartas (2 Cor; Flp; 1 Y 2 Tim; Flm). De los otros compañeros del apóstol se hablará en la última parte, dedicada a las noticias personales (4,7-17). Los deseos de gracia y de paz corresponden al formulario habitual.

A diferencia de otras cartas (como 1Cor, Gál y sobre todo Rom), en donde Pablo introduce en la dirección algunos temas que desarrollará a continuación, ésta no contiene más que una alusión discreta a lo que constituirá el tema principal de la carta: la primacía de Cristo en todos los órdenes.

ACCIÓN DE GRACIAS (1,3-8)

3Εὐχαριστοῦμεν τῷ θεῷ πατρὶ τοῦ κυρίου ἡμῶν Ἰησοῦ Χριστοῦ πάντοτε περὶ ὑμῶν προσευχόμενοι,

Demos gracias sin cesar a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por ustedes, en nustras oraciones.

4ἀκούσαντες τὴν πίστιν ὑμῶν ἐν Χριστῷ Ἰησοῦ καὶ τὴν ἀγάπην ἣν ἔχετε εἰς πάντας τοὺς ἁγίους

 Al haber escuchado de la fe de usted en Cristo Jesús y del amor que tienen a todos los Santos.

5διὰ τὴν ἐλπίδα τὴν ἀποκειμένην ὑμῖν ἐν τοῖς οὐρανοῖς, ἣν προηκούσατε ἐν τῷ λόγῳ τῆς ἀληθείας τοῦ εὐαγγελίου

 A causa de la Esperanza que esta reservada a vosotros en el cielo, de la cual fueron ya instruidos por la palabra de la verdad del Evangelio.

6τοῦ παρόντος εἰς ὑμᾶς, καθὼς καὶ ἐν παντὶ τῷ κόσμῳ ἐστὶν καρποφορούμενον καὶ αὐξανόμενον καθὼς καὶ ἐν ὑμῖν, ἀφ’ ἧς ἡμέρας ἠκούσατε καὶ ἐπέγνωτε τὴν χάριν τοῦ θεοῦ ἐν ἀληθείᾳ·

 Que llego hasta ustedes, el cual fructifica y crece entre ustedes, lo mismo que en todo el mundo, desde el día en que oyeron y conocieron la gracia de Dios en la verdad.

7καθὼς ἐμάθετε ἀπὸ Ἐπαφρᾶ τοῦ ἀγαπητοῦ συνδούλου ἡμῶν, ὅς ἐστιν πιστὸς ὑπὲρ ὑμῶν διάκονος τοῦ Χριστοῦ,

Tal como les enseño Epafras nuestro querido consiervo, y fiel servidor de Cristo

 8ὁ καὶ δηλώσας ἡμῖν τὴν ὑμῶν ἀγάπην ἐν πνεύματι.

Y nos informó también de su amor en el Espíritu.

Nuestra epístola comienza, como muchas de las cartas de la Antigüedad, con una acción de gracias con la que se mezclan las oraciones de petición. Los términos que expresan la acción den gracias (el verbo eucharistein (Εὐχαριστοῦμεν) y palabras emparentadas) pertenecen al vocabulario helenístico, mientras que los términos que expresan la bendición (eulogein, que corresponde a la raíz hebrea BRK) dependen directamente de las fórmulas de oración bíblicas y judías (véase Ef 1,3-14).

 Mientras que Filipenses, otra epístola de la cautividad, se nos presenta como la carta de la alegría, Colosenses resuena de parte a parte de invitaciones a la acción de gracias: (Col 1,3.12; 2,7; 3,15.17; 4,2. La vivacidad de la polémica no debe engañarnos a propósito de la atmósfera de confianza espiritual que expresa esta carta, impregnada toda ella de la certeza de que Cristo está presente en la comunidad, siendo «la esperanza de la gloria» (1,27).

La acción de gracias de Pablo se refiere al despliegue en la vida de los fieles de los tres elementos esenciales de la vida cristiana:

Ø Fe (pistis = πίστιν) en Jesucristo (Col 1,4)

Ø Amor (agapé = ἀγάπην) por los santos (Col 1,4.8)

Ø Esperanza (elpis = ἐλπίδα) que os aguarda en los cielos. (Col 1,5)

Ante los colosenses Pablo se ha enterado por Epafras, su compañero de servicio, de cómo los colosenses se habían vuelto hacia Cristo. la esperanza designa los bienes celestiales que se nos han reservado en el cielo (cf. 1 Pe1,4).

La acción de gracias de Pablo se nutre de una visión optimista sobre los progresos del Evangelio en el mundo. Los verbos «dar fruto» y «crecer»  (καρποφορούμενον (καρποφορε) καὶ αὐξανόμενον (αὐξαν)) (Col 1,6) evocan las palabras de la semilla (símbolo de la palabra) en los Sinópticos (Mc 4 y par.).

La mención del Espíritu en el v. 8 resulta más interesante si se piensa que, en el resto de la carta, ya no se le mencionará expresamente (una simple alusión en 3,16). Según la doctrina constante de Pablo, el Espíritu es fuente de la agapé entre los fieles. Con esta mención del Espíritu, la acción de gracias con que se abre Colosenses adquiere un colorido trinitario: damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por los progresos del Evangelio, que se manifiestan en una vida de mutua caridad según el impulso del Espíritu Santo.

ORACIÓN POR EL PROGRESO EN EL

CONOCIMIENTO DE LA VOLUNTAD DE DIOS

(1,9-11)

9Διὰ τοῦτο καὶ ἡμεῖς, ἀφ’ ἧς ἡμέρας ἠκούσαμεν, οὐ παυόμεθα ὑπὲρ ὑμῶν προσευχόμενοι καὶ αἰτούμενοι, ἵνα πληρωθῆτε (πληροω) τὴν ἐπίγνωσιν (ἐπίγνωσις) τοῦ θελήματος αὐτοῦ ἐν πάσῃ σοφίᾳ καὶ συνέσει πνευματικῇ,

Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,

10περιπατῆσαι ἀξίως τοῦ κυρίου εἰς πᾶσαν ἀρεσκείαν, ἐν παντὶ ἔργῳ ἀγαθῷ καρποφοροῦντες καὶ αὐξανόμενοι τῇ ἐπιγνώσει τοῦ θεοῦ,

Para que procedan de una manera digna del Señor, fructificando y creciendo en toda obra buena en el conocimiento de Dios.

11ἐν πάσῃ δυνάμει δυναμούμενοι κατὰ τὸ κράτος τῆς δόξης αὐτοῦ εἰς πᾶσαν ὑπομονὴν καὶ μακροθυμίαν.

Fortalecidos con todo poder según el poder de su gloria, para ser constantes y pacientes en todo.

Con cierta solemnidad reanuda Pablo en el v. 9 su oración por los colosenses. En (Col 1,3-8) dominaba la acción de gracias por su aceptación de la «palabra de verdad» y su vitalidad cristiana. En (Col 1,9-11) el acento recae en adelante sobre el futuro: se trata de progresar en «el conocimiento de Dios» (ἐπιγνώσει τοῦ θεοῦ).

El término epignosis (ἐπίγνωσις) aparece varias veces en Col (1,9.10; 2,2; 3,10), así como en Ef (1,17; 4,13). El conocimiento del que se trata se basa en la revelación del misterio (Col 2,2), cuya amplitud ha recibido Pablo la misión de manifestar, pero sin que sea de un orden puramente intelectual. El trasfondo bíblico muestra que "conocer a Dios» significa en concreto observar las orientaciones fundamentales de la alianza (Cfr. Os 4,1-2; 6,6; Jr 22,16; Is 53,11; etc.). Aunque no se emplea el término «discernimiento», el conocimiento de la voluntad de Dios con toda sabiduría y penetración espiritual corresponde plenamente a la exhortación de Pablo a los Romanos: «Transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto» (Rom 12,2).

Se trata de fructificar «en buenas obras» (ἔργῳ ἀγαθῷ καρποφοροῦντες). Detrás de este término tan general, lo que sigue indica que se trata de participar en el culto de acción de gracias en oposición a las prácticas supersticiosas denunciadas en 2,16-19 Y de llevar una vida digna del Señor en la fidelidad a los compromisos del bautismo (3,5-4,1).

ACCIÓN DE GRACIAS POR LA ENTRADA

EN EL REINO DEL HIJO AMADO

(Col 1,12-14)

12εὐχαριστοῦντες τῷ πατρὶ τῷ ἱκανώσαντι (ἱκανοώ) ὑμᾶς εἰς τὴν μερίδα (μερίς Porción) τοῦ κλήρου τῶν ἁγίων ἐν τῷ φωτί·

Dad gracias al Padre que os ha permitido participar de la herencia de los santos en la luz.

13ὃς ἐρρύσατο (ρύομαι) ἡμᾶς ἐκ τῆς ἐξουσίας τοῦ σκότους καὶ μετέστησεν (μεθίστημι) εἰς τὴν βασιλείαν τοῦ υἱοῦ τῆς ἀγάπης αὐτοῦ,

Nos ha arrancado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino del Hijo de su querido,

14ἐν ᾧ ἔχομεν τὴν ἀπολύτρωσιν, (ἀπολύτρωσις Liberación por rescate) τὴν ἄφεσιν (ἄφεσις perdón) τῶν ἁμαρτιῶν·

en quien tenemos la liberación, el perdón de los pecados.

 

El v. 12 empieza repitiendo el verbo «dar gracias» (εὐχαριστοῦντες eucharistein). El participio presente tiene valor de imperativo. A la acción de gracias de Pablo tiene que responder así, de forma duradera (valor del participio presente), la de los colosenses.

Las fórmulas empleadas son tradicionales. Detrás de estas fórmulas se reconoce la tipología del éxodo, tan fundamental para expresar la naturaleza de la salvación cristiana. La iniciativa viene de Dios Padre, que nos arranca de la servidumbre del poder de las tinieblas (= dominio de Satanás) para conducirnos a la herencia prometida, designada en Colosenses como el Reino del Hijo amado.

Esta expresión es rara (εἰς τὴν βασιλείαν τοῦ υἱοῦ τῆς ἀγάπης αὐτοῦ = al reino del Hijo de su querido); corresponde a la distinción entre el Reino del Hijo y el Reino del Padre, que subyace a la explicación de la parábola de la cizaña en Mateo (13,41.43). Según 1Cor 15,25, Cristo reina desde ahora, como proclama el salmo 110. Cuando llegue el fin, Cristo entregará el Reino al Padre. Estos textos nos invitan a ver en la Iglesia el reino actual de Cristo, en la espera de la fase final, en la que Dios será todo en todos (1Cor 15,28).

La «herencia» (κλήρος) es la salvación, reservada en otro tiempo a Israel, y a la que también ahora son llamados los gentiles; ver Ef 1,11-13.

¿En qué consiste la herencia de los santos en la luz? (τοῦ κλήρου τῶν ἁγίων ἐν τῷ φωτί·) En Pablo los «santos» (ἁγίος) son normalmente todos los bautizados, los cristianos llamados desde ahora a vivir en la luz de la salvación (así en Rom 1,7; 6,19+; 13,11-12+; 1Cor 1,1; Flp 1,1; etc.). Aquí y en Ef 1,18; 2,19, podría tratarse de los ángeles, pero en el mismo momento en que Pablo combate el culto exagerado a los ángeles (2,18), ¿sería lógico que presentase la salvación cristiana como participación en el reino de los ángeles? En referencia a los ángeles que viven con Dios en la luz escatológica. (Hech 9,13+).

HIMNO A CRISTO

(1,15-20)

15aὅς ἐστιν εἰκὼν τοῦ θεοῦ τοῦ ἀοράτου,

18bὅς ἐστιν ἀρχή,

El es imagen del Dios invisible

Él es el principio

15bπρωτότοκος πάσης κτίσεως,

18cπρωτότοκος ἐκ τῶν νεκρῶν,

Primogénito de toda creatura

Primogénito de entre los muertos

16ὅτι ἐν αὐτῷ ἐκτίσθη τὰ πάντα

18cἵνα γένηται ἐν πᾶσιν αὐτὸς πρωτεύων,

Porque en Él fueron creadas todas las cosas

para que sea el primero en todo,

ἐν τοῖς οὐρανοῖς καὶ ἐπὶ τῆς γῆς,

19ὅτι ἐν αὐτῷ εὐδόκησεν πᾶν τὸ πλήρωμα κατοικῆσαι

Porque en Él pensó Dios Hacer habitar toda la plenitud

en el cielo y sobre la tierra,

τὰ ὁρατὰ καὶ τὰ ἀόρατα,

las visibles y las invisibles,

εἴτε θρόνοι los tronos

20aκαὶ δι’ αὐτοῦ ἀποκαταλλάξαι τὰ πάντα εἰς αὐτόν,

Y reconciliar por él y para él todas las cosas

20bεἰρηνοποιήσας διὰ τοῦ αἵματος τοῦ σταυροῦ αὐτοῦ, [δι’ αὐτοῦ]

Pacificando mediante la sangre de su cruz

20cεἴτε τὰ ἐπὶ τῆς γῆς

sea lo seres de la tierra

εἴτε τὰ ἐν τοῖς οὐρανοῖς.

sea los seres de los cielos

εἴτε κυριότητες (κυριότης Señorios-dominaciones)

Las dominaciones

εἴτε ἀρχαὶ (ἀρχη=Principio,cabeza,jefe)

los principados

εἴτε ἐξουσίαι· (autoridades- potestades)

τὰ πάντα δι’ αὐτοῦ καὶ εἰς αὐτὸν ἔκτισται·

Todo fue creado a través de Él y para Él

17καὶ αὐτός ἐστιν πρὸ πάντων καὶ τὰ πάντα ἐν αὐτῷ συνέστηκεν,

 

Él es anterior a todo y todo en él tiene su consistencia

18aκαὶ αὐτός ἐστιν ἡ κεφαλὴ τοῦ σώματος τῆς ἐκκλησίας·

Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia.

La pertenencia al género hímnico es innegable: es, en tercera persona, una proclamación de los atributos y de los hechos realizados por el Hijo amado. Como otros himnos del Nuevo Testamento, va ligado a lo anterior por medio de un pronombre relativo, que vuelve a aparecer al comienzo de la segunda estrofa.

Pablo cita aquí (1,15 un primitivo himno cristiano, que celebraba el papel de Cristo en la primera y en la nueva creación, (2Cor 5,17) desarrolla el significado de «todas las cosas», por reacción contra la preeminencia que los colosenses daban a los ángeles, (Col 2,18).

A la fórmula ἐν τοῖς οὐρανοῖς καὶ ἐπὶ τῆς γῆς, «en los cielos y en la tierra» del v. 16 corresponde la final εἴτε τὰ ἐπὶ τῆς γῆς  εἴτε τὰ ἐν τοῖς οὐρανοῖς.«en la tierra y en los cielos» (v. 20) con una inversión muy significativa. Se diría que la primera estrofa concierne primeramente a los cielos, mientras que la segunda se interesa ante todo por la tierra.

Se plantean numerosas preguntas: ¿se trata de un himno preexistente, en el que se apoyaría Pablo para su enseñanza a los colosenses?, ¿o de un fragmento compuesto directamente por el apóstol según el género hímnico? Si se admite la existencia de un himno preexistente, ¿tenemos aquí el texto original o habrá que admitir ciertos añadidos hechos por Pablo? Así lo hacen pensar algunas redundancias, por ejemplo la enumeración de los cuatro tipos de Potencias en el v. 16, (εἴτε θρόνοι … los tronos; εἴτε κυριότητες (κυριότης Señorios-dominaciones); εἴτε ἀρχαὶ (ἀρχη=Principio,cabeza,jefe) pricipados; εἴτε ἐξουσίαι· (autoridades- potestades)) mientras que en su conjunto el texto se limita a unos cuantos términos generales (el indefinido «todo» (πάντα), 7 veces).

El v. 18a (18aκαὶ αὐτός ἐστιν ἡ κεφαλὴ τοῦ σώματος τῆς ἐκκλησίας· «Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia») presenta una construcción difícil: la Cabeza del Cuerpo de la Iglesia. La palabra Iglesia, ¿no será quizás una precisión añadida a Cuerpo? Sobre la Iglesia como cuerpo de Cristo, (Cfr. 1Cor 12,12-30). Cristo es su cabeza por su prioridad en el tiempo (v. 18; él es el primer resucitado) así como por su función de «Principio» en el orden de la salvación, v. 20.

En Col 1,19 (19ὅτι ἐν αὐτῷ εὐδόκησεν πᾶν τὸ πλήρωμα κατοικῆσαι «Porque en Él pensó Dios Hacer habitar toda la plenitud») Palabra de interpretación difícil, en la que muchos ven indicada la plenitud (πλήρωμα) de la divinidad como en (Col 2,9). Pero aquí se puede pensar más bien en la idea muy bíblica del universo «lleno» de la presencia creadora de Dios, (Cfr. Is 6,3; Jr 23,24; Sal 24,1; 50,12; 72,19; Sb 1,7; Si 43,27, etc., idea por otra parte muy difundida en el mundo grecorromano por el panteísmo estoico. Para Pablo, la Encarnación, coronada por la Resurrección, ha puesto a la naturaleza humana de Cristo a la cabeza no sólo del género humano, sino también de todo el universo creado, asociado en la salvación, como lo había estado en el pecado, (Cfr. Rm 8 19-22; 1 Co 3 22s; 15 20-28; Ef 1 10; 4 10; Flp 2 10s; 3 21; Hb 2 5-8; 2 9+).

Las palabras (διὰ τοῦ αἵματος τοῦ σταυροῦ αὐτοῦ, [δι’ αὐτοῦ]) «por la sangre de su cruz» del v. 20 son típicamente paulinas (Cf. Ef 1,7); como se ha pensado en el caso de los términos «y muerte de cruz» en Flp 2,8, podrían constituir una precisión sobre el tema más general de la reconciliación ofrecida por Cristo.

Si se trata de un himno preexistente, ¿cuál es su trasfondo? Se han formulado todo tipo de hipótesis. Unos destacan el punto de vista helenístico y apelan a la concepción, bien atestiguada ya en Platón y luego en los estoicos, del mundo como un solo Cuerpo animado por un Alma (Platón) o por el Soplo (pneuma) divino (los estoicos). Otros apelan a las especulaciones bíblicas sobre el papel creador de la Sabiduría divina. Sin embargo,

no se puede pasar directamente de los textos sapienciales a nuestro himno sin tener en cuenta las interpretaciones del judaísmo sobre los primeros capítulos del Génesis y las especulaciones de Filón sobre el papel del Lagos, primogénito e imagen de Dios.

Col 1 20 (b) (20bεἰρηνοποιήσας διὰ τοῦ αἵματος τοῦ σταυροῦ αὐτοῦ, [δι’ αὐτοῦ] «Pacificando mediante la sangre de su cruz») Esta reconciliación universal engloba a todos los espíritus celestes, lo mismo que a todos los hombres. Pero no significa la salvación individual de todos, sino la salvación colectiva del mundo por su vuelta al orden y a la paz en la sumisión perfecta a Dios. Los individuos que no entren por la gracia en este nuevo orden, entrarán por la fuerza, (Cfr. Col 2,15; 1Cor 15,24-25 (los espíritus celestes) y 2Tes 1,8-9; 1Cor 6,9-10; Gal 5,21; Rm 2,8; Ef 5,5 (los hombres).


LOS ERRORES DE LOS COLOSENSES

Lo mismo que la Carta a los Gálatas, con la que presenta numerosas afinidades, la Carta a los Colosenses va dirigida contra los graves errores que amenazan la autenticidad de la fe, pero no se trata de disensiones internas como en Filipos, acuyos fieles se dirige otra carta de la cautividad.

Mientras que es relativamente fácil de diagnosticar la doctrina de los judaizantes, denunciada con virulencia por Pablo en la Carta a los Gálatas, la determinación de las falsas doctrinas de Colosas sigue siendo objeto de vivas controversias.