sábado, 30 de mayo de 2020

LA VIDA EN EL ESPÍRITU SEGÚN LA CARTA A LOS ROMANOS 8,1-27


0.  INTRODUCCIÓN
& Rom 8 constituye el otro lugar importante sobre el Espíritu; se van sucediendo unas diez menciones del mismo.
& Para situarlo debidamente. habría que recordar el esquema general de la epístola y destacar en particular las menciones del Espíritu que se leen al principio de la misma (Rom 1,4: «establecido Hijo de Dios con poder según el Espíritu») y al final, antes de la carta que acompaña actualmente a la epístola (Rom 15,30: «por el amor del Espíritu»). 
  & Habría que estudiar igualmente el c. 7 que le precede, ya que Rom 7 y 8 forman de alguna manera como las dos caras de una misma moneda: desde la liberación de la ley hasta la vida del Espíritu. Contentémonos con recordar unos cuantos elementos de 8,1-30 en donde se trata directamente del Espíritu, antes del canto de victoria de los v.31-39.
1.     LA LEY Y EL ESPIRITU DE VIDA
Rom 8,1:  Proposición
1"Por consiguiente, ninguna condenación pesa ya sobre los que están en Cristo Jesús. "
Rom 8,2: La Razón
2.Porque la ley del espíritu que da la vida en Cristo Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte.
Rom 8,3-17
Desarrollo de la Argumentación
V. 3-4: Misión del Hijo de Dios
3.Pues lo que era imposible a la ley, reducida a la impotencia por la carne, Dios, habiendo enviado a su propio Hijo en una carne semejante a la del pecado, y en orden al pecado, condenó el pecado en la carne, 4.a fin de que la justicia de la ley se cumpliera en nosotros que seguimos una conducta, no según la carne, sino según el espíritu.
V. 5-8: La Carne vs el Espíritu
5.Efectivamente, los que viven según la carne, desean lo carnal; mas los que viven según el espíritu, lo espiritual. 6.Pues las tendencias de la carne son muerte; mas las del espíritu, vida y paz, 7.ya que las tendencias de la carne llevan al odio a Dios: no se someten a la ley de Dios, ni siquiera pueden; 8.así, los que están en la carne, no pueden agradar a Dios.
V. 9-11: Aplicación de los Principios del Bautismo
9.Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no le pertenece; 10.mas si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo haya muerto ya a causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia. 11.Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros.
V. 12-13: Exhortación Moral
12.Así que, hermanos míos, no somos deudores de la carne para vivir según la carne, 13.pues, si vivís según la carne, moriréis. Pero si con el Espíritu hacéis morir las obras del cuerpo, viviréis.
14.En efecto, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. 15.Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! 16.El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. 17.Y, si hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados.
Rom 8,18-27
Destinados a la Gloria
18.Porque estimo que los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria que se ha de manifestar en nosotros. 19.Pues la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios. 20.La creación, en efecto, fue sometida a la vanidad, no espontaneamente, sino por aquel que la sometió, en la esperanza 21.de ser liberada de la servidumbre de la corrupción para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. 22.Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto. 23.Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, nosotros mismos gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo. 24.Porque nuestra salvación es en esperanza; y una esperanza que se ve, no es esperanza, pues ¿cómo es posible esperar una cosa que se ve? 25.Pero esperar lo que no vemos, es aguardar con paciencia. 26.Y de igual manera, el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables, 27.y el que escruta los corazones conoce cuál es la aspiración del Espíritu, y que su intercesión a favor de los santos es según Dios.

(Rom 8, 1-2)
1Así, pues, no hay ahora ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús. 2Porque la ley del Espíritu que da la vida en Cristo Jesús te ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.

& A la cuestión final del capítulo anterior (¿ «Quién me librará de este cuerpo de muerte?»: 7,24). responde Pablo designando al Espíritu que da la vida en Jesucristo.
& En la cruz, el régimen de la ley, que desemboca irremediablemente en el pecado, está ya totalmente caducado.
& En adelante, está en obra otro principio de salvación que en esta ocasión se designa como «la ley del Espíritu»
 Esta expresión resulta extraña después de la desvalorización que ha realizado Pablo de la categoría legal.
& Pero el contraste se hace precisamente ahora más impresionante al enfrentar los dos regímenes religiosos: el régimen de la ley del pecado y el del Espíritu de vida. Se lleva a cabo un cambio del pecado a la salvación, de la muerte a la vida o de la letra a «la novedad del espíritu» (Rom 7, 6).
& Rm 8,2(b) Al régimen del pecado y de la muerte, Pablo contrapone el nuevo régimen del Espíritu, ver Rm 3,27 (b) "¿Dónde está, entonces, el derecho a gloriarse? Queda eliminado.!? Por qué ley? ¿Por la de las obras? No. Por la ley de la fe."
-      Por la ley de la fe. Es decir, por una ley que consiste en creer.
& Pablo contrapone la Ley «escrita en las tablas de piedra», 2Cor 3,3: "Evidentemente sois una carta de Cristo, redactada por ministerio nuestro, escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en los corazones."
-      «en tablas de corazones de carne», alusión a la vez al don de la Ley en las tablas de piedra en el Sinaí, Ex 24,12, y a las palabras de Ezequiel sobre el corazón de piedra y el corazón de carne, Ez 36,26: "Y os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne."
-      La contrapone a la fe, ley interior grabada en el corazón: Jr 31,33: "Sino que esta será la alianza que yo pacte con la casa de Israel, después de aquellos días - oráculo de Yahveh -: pondré mi Ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.", que «actúa por la caridad», Ga 5,6:"Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión tienen valor, sino solamente la fe que actúa por la caridad."
-      , y que es la «ley del Espíritu», Rom 8,2.
& La palabra «espíritu» designa aquí o bien la misma persona del Espíritu Santo (más claramente en el v. 9), o bien el espíritu del hombre renovado por esta presencia, ver Rom 5,5: "y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado."
  & El Espíritu se muestra ahora ligado a la salvación por medio de la cruz del resucitado, que perdona el pecado y da la vida nueva. El Espíritu es como otra palabra para significar la vida nueva sacada de la resurrección del Señor.
  & Entonces, si Jesús ha sido «establecido Hijo de Dios con poder según el Espíritu de santidad», como consecuencia de su resurrección de entre los muertos (Rom 1,4), también el cristiano pasa a ser lo que realmente es «por el Espíritu Santo que se nos ha dado» (Rom 5,5).


& En Pablo, ese don del Espíritu forma un solo cuerpo con la vida cristiana desde el primer momento, arraigada en el acontecimiento de la cruz y resurrección del Señor.
& Como es sabido, el apóstol no habla nunca de pentecostés según el estilo de Lucas. En él, la experiencia del Espíritu está vinculada al acontecimiento de pascua. De este acontecimiento brota el Espíritu del resucitado que llama al cristiano a una vida nueva, templada en el Espíritu. Por tanto, no hay que portarse «según la carne, sino según el espíritu» (8, 4). Este punto es el que subrayan perfectamente los v. 5-11 que siguen.
Rom 8,3-17
Desarrollo de la Argumentación
V. 3-4: Misión del Hijo de Dios
3.Pues lo que era imposible a la ley, reducida a la impotencia por la carne, Dios, habiendo enviado a su propio Hijo en una carne semejante a la del pecado, y en orden al pecado, condenó el pecado en la carne, 4.a fin de que la justicia de la ley se cumpliera en nosotros que seguimos una conducta, no según la carne, sino según el espíritu.

& Rm 8,3 La ley mosaica, simple norma exterior, no era principio de salvación, Rom7,7. 
o   Sólo Cristo, destruyendo la carne en su persona mediante su muerte, ha podido destruir el pecado que reinaba en la carne.
& Rm 7,7 
"¿Qué decir, entonces? ¿Que la ley es pecado? ¡De ningún modo! Sin embargo yo no conocí el pecado sino por la ley. De suerte que yo hubiera ignorado la concupiscencia si la ley no dijera: ¡No te des a la concupiscencia!"
LA LEY

(en hebreo, תּוֹרָה‎ [Torah]

En sí es buena y santa, 
en cuanto que expresa la voluntad de Dios

Rom 7,12-25:

Rom 7,12:"Así que, la ley es santa, y santo el precepto, y justo y bueno."

1Tm 1,8: "Sí, ya sabemos que la Ley es buena, con tal que se la tome como ley,"

Representa un glorioso 
patrimonio de Israel 

Rom 9,4: " los israelitas -, de los cuales es la adopción filial, la gloria,                         las alianzas, la legislación, el culto, las promesas,"

Rom 2,14-15 14"En efecto, cuando los gentiles, que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la ley, sin tener ley, para sí mismos son ley; 15.como quienes muestran tener la realidad de esa ley escrita en su corazón, atestiguándolo su conciencia, y los juicios contrapuestos de condenación o alabanza...".

Con todo, parece haber fracasado: 
no sólo los judíos son pecadores, 
como los demás, a pesar de su Ley...

   Rm 2,21-27:

 

 

     Ga 6,13:

    "Pues ni siquiera esos mismos que se circuncidan cumplen la ley; sólo desean veros circuncidados para gloriarse en vuestra carne." 

     Ef 2,3: 

    "entre ellos vivíamos también todos nosotros en otro tiempo en medio de las concupiscencias de nuestra carne, siguiendo las apetencias de la carne y de los malos pensamientos, destinados por naturaleza, como los demás, a la Cólera..."

 sino que hasta sacan de ella 
una confianza en sus obras

     Rm 2,17-20

 

     Rom 3,27:

    "¿Dónde está, entonces, el derecho a gloriarse? ¿Queda eliminado? ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No. Por la ley de la fe."

     Rom 4,2.4:

     2"Si Abraham obtuvo la justicia por las obras, tiene de qué gloriarse, mas no delante de Dios. 3.En efecto, ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham en Dios y le fue reputado como justicia. 4.Al que trabaja no se le cuenta el salario como favor sino como deuda; 5.en cambio, al que, sin trabajar, cree en aquel que justifica al impío, su fe se le reputa como justicia."

      Rom 9,31-32:

     "31mientras Israel, buscando una ley de justicia, no llegó a cumplir la ley. 32.¿Por qué? Porque la buscaba no en la fe sino en las obras. Tropezaron contra la piedra de tropiezo"

      Flp 3,9:

     "y ser hallado en él, no con la justicia mía, la que viene de la Ley, sino la que viene por la fe de Cristo, la justicia que viene de Dios, apoyada en la fe"

     Ef 2,8-9:

     "8.Pues habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros, sino que es un don de Dios; 9.tampoco viene de las obras, para que nadie se gloríe."

 Que les cierra a la 
gracia de Cristo: 

      Ga 6,12

     "Los que quieren ser bien vistos en lo humano, ésos os fuerzan a circuncidaros, con el único fin de evitar la persecución por la cruz de Cristo."

      Flp 3,18-19:

     "Porque muchos viven según os dije tantas veces, y ahora os lo repito con lágrimas, como enemigos de la cruz de Cristo, 19.cuyo final es la perdición, cuyo Dios es el vientre, y cuya gloria está en su vergüenza, que no piensan más que en las cosas de la tierra."

      Hech 15,1 

     "Bajaron algunos de Judea que enseñaban a los hermanos: «Si no os circuncidáis conforme a la costumbre mosaica, no podéis salvaros.»"

      Hech 18,13

    "diciendo: «Este persuade a la gente para que adore a Dios de una manera contraria a la Ley.»"

      Hech 21,21

    "Y han oído decir de ti que enseñas a todos los judíos que viven entre los gentiles que se aparten de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos ni observen las tradiciones."

En una palabra, 
la Ley es incapaz de conferir la justicia

      Gal 3,11.14s:

      "Y que la ley no justifica a nadie ante Dios es cosa evidente, pues el justo vivirá por la fe; 12.pero la ley no procede de la fe, sino que quien practique sus preceptos, vivirá por ellos - 13.Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose él mismo maldición por nosotros, pues dice la Escritura: Maldito todo el que está colgado de un madero, 14.a fin de que llegara a los gentiles, en Cristo Jesús, la bendición de Abraham, y por la fe recibiéramos el Espíritu de la Promesa."

      Rom 3,20:  

     "ya que nadie será justificado ante él por las obras de la ley, pues la ley no da sino el conocimiento del pecado."

      Heb 7,19:

      "ya que la Ley no llevó nada a la perfección, pues no era más que introducción a una esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios."


Pablo explica este fracaso 
aparente de la Ley
ü por la misma naturaleza de la Ley y por su función en la historia de la salvación.
ü La ley (mosaica, pero también toda ley incluso el «precepto» dado a Adán, ver Rom 7,9-11), luz que ilumina el espíritu sin darle fuerza interior, es impotente para conseguir que se evite el pecado; más bien le favorece.
- Rom 7,9-11: "9.¡Ah! ¡Vivía yo un tiempo sin ley!, pero en cuanto sobrevino el precepto, revivió el pecado, 10.y yo morí; y resultó que el precepto, dado para vida, me fue para muerte. 11.Porque el pecado, tomando ocasión por medio del precepto, me sedujo, y por él, me mató."
La ley Sin ser ella misma fuente de pecado, 
se convierte en su instrumento excitando la concupiscencia:

ü 2515 CIgcat:  En sentido etimológico, la “concupiscencia” puede designar toda forma vehemente de deseo humano. La teología cristiana le ha dado el sentido particular de un movimiento del apetito sensible que contraría la obra de la razón humana. El apóstol san Pablo la identifica con la lucha que la “carne” sostiene contra el “espíritu” (cf Ga 5, 16.17.24; Ef 2, 3). Procede de la desobediencia del primer pecado (Gn 3, 11). Desordena las facultades morales del hombre y, sin ser una falta en sí misma, le inclina a cometer pecados (cf Concilio de Trento: DS 1515).

ü Por el conocimiento que da al espíritu agrava la falta convirtiéndola en una «transgresión»

      Rm 7,7s:

     "¿Qué decir, entonces? ¿Que la ley es pecado? ¡De ningún modo! Sin embargo yo no conocí el pecado sino por la ley. De suerte que yo hubiera ignorado la concupiscencia si la ley no dijera: ¡No te des a la concupiscencia!"

      Rom 4,15 

   "porque la ley produce la cólera; por el contrario, donde no hay ley, no hay transgresión."

      Rom 5,13

     “porque, hasta la ley, había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputa no habiendo ley"

La ley, no proporciona otro 
remedio sino un castigo de:

     Ira: 

     Rom 4,15,

    “porque la ley produce la cólera; por el contrario, donde no hay ley, no hay transgresión."

    Maldición:

 

     Gal 3,10:

     "Porque todos los que viven de las obras de la ley incurren en maldición. Pues dice la Escritura: Maldito todo el que no se mantenga en la práctica de todos los preceptos escritos en el libro de la Ley."

    Condenación:

     2Cor 3,9:

   "Efectivamente, si el ministerio de la condenación fue glorioso, con mucha más razón lo será el ministerio de la justicia."

    Muerte:  

 

      2Cor 3,6s,

   "el cual nos capacitó para ser ministros de una nueva Alianza, no de la letra, sino del Espíritu. Pues la letra mata más el Espíritu da vida."

hasta el punto que puede ser llamada la
«ley del pecado y de la muerte»

      Rm 8,2:

    Porque la ley del espíritu que da la vida en Cristo Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte. 

     1 Cor 15,56:

      "El aguijón de la muerte es el pecado; y la fuerza del pecado, la Ley."

     Rm 7,13: 

     "Luego ¿se habrá convertido lo bueno en muerte para mí? ¡De ningún modo! Sino que el pecado, para aparecer como tal, se sirvió de una cosa buena, para procurarme la muerte, a fin de que el pecado ejerciera todo su poder de pecado por medio del precepto."

Si a pesar de todo Dios ha querido 
este sistema imperfecto,
 ha sido como un régimen transitorio de pedagogo:

      Ga 3,24-26:

   24"De manera que la ley ha sido nuestro pedagogo hasta Cristo, para ser justificados por la fe. 25.Mas, una vez llegada la fe, ya no estamos bajo el pedagogo. 26.Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús."

PARA

 

  dar al hombre la conciencia de su pecado:

      Rm 3,19-20:

     "Ahora bien, sabemos que cuanto dice la ley lo dice para los que están bajo la ley, para que toda boca enmudezca y el mundo entero se reconozca reo ante Dios, 20.ya que nadie será justificado ante él por las obras de la ley, pues la ley no da sino el conocimiento del pecado."

     Rom 5,20:

    "La ley, en verdad, intervino para que abundara el delito; pero donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia"

     Ga 3,19

    "Entonces, ¿para qué la ley? Fue añadida en razón de las transgresiones hasta que llegase la descendencia, a quien iba destinada la promesa, ley que fue promulgada por los ángeles y con la intervención de un mediador."

     conseguir de él que sólo espere su justicia de la gracia de Dios:

     Ga 3,22:

   "Pero, de hecho, la Escritura encerró todo bajo el pecado, a fin de que la Promesa fuera otorgada a los creyentes mediante la fe en Jesucristo."

      Rm 11,32:

     "Pues Dios encerró a todos los hombres en la rebeldía para usar con todos ellos de misericordia”

Como régimen transitorio, debe desaparecer 
para ser sustituido por el cumplimiento de la Promesa 
hecha anteriormente a Abrahán y a su descendencia

      Gal 3,6-22 

 

     Rom 4

 

Cristo ha puesto
fin a la Ley:

      Ef 2,15:

      "anulando en su carne la Ley de los mandamientos con sus preceptos, para crear en sí mismo, de los dos, un solo Hombre Nuevo, haciendo la paz,"

      Rm 10,4:

      "Porque el fin de la ley es Cristo, para justificación de todo creyente."

  

       «dando cumplimiento»:

         Mt 5,17:

      "«No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento."

 

       

      en todo lo que  tiene         de positivo:

       Rom 3,31:

    "30 porque no hay más que un solo Dios, que justificará a los circuncisos en virtud de la fe y a los incircuncisos por medio de la fe. 31.Entonces ¿por la fe privamos a la ley de su valor? ¡De ningún modo! Más bien, la consolidamos."

      Rom 9,31-33

      31"mientras Israel, buscando una ley de justicia, no llegó a cumplir la ley. 32.¿Por qué? Porque la buscaba no en la fe sino en las obras. Tropezaron contra la piedra de tropiezo, 33.como dice la Escritura: He aquí que pongo en Sión piedra de tropiezo y roca de escándalo; mas el que crea en él, no será confundido."

con su muerte, expresión
 suprema de su amor:

        Rom 5,8:

     "más la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros."

       Rom 8,35.39

   "¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la espada?,"… "ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro."

       Gal 2,20

     "20 y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí."


 

 

   con la muerte satisfacía las exigencias de la Ley en relación con los pecadores con quienes quiso solidarizarse:

       Gal 3,13-14:

    "Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose él mismo maldición por nosotros, pues dice la Escritura: Maldito todo el que está colgado de un madero, 14.a fin de que llegara a los gentiles, en Cristo Jesús, la bendición de Abraham, y por la fe recibiéramos el Espíritu de la Promesa."

      Rm 8,3-4:

    3"Pues lo que era imposible a la ley, reducida a la impotencia por la carne, Dios, habiendo enviado a su propio Hijo en una carne semejante a la del pecado, y en orden al pecado, condenó el pecado en la carne," 4"a fin de que la justicia de la ley se cumpliera en nosotros que seguimos una conducta, no según la carne, sino según el espíritu."

      Col 2,14:

      "Canceló la nota de cargo que había contra nosotros, la de las prescripciones con sus cláusulas desfavorables, y la suprimió clavándola en la cruz."

    Con la muerte Libra a los hijos de la tutela del pedagogo:

      Ga 3,25s.

    "Mas, una vez llegada la fe, ya no estamos bajo el pedagogo. 26.Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús."


 
Con Jesús  
han muerto a la Ley:

      Ga 2,19:

    "En efecto, yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado:"

      Rm 7,4-6: 

     "4. Así pues, hermanos míos, también vosotros quedasteis muertos respecto de la ley por el cuerpo de Cristo, para pertenecer a otro: a aquel que fue resucitado de entre los muertos, a fin de que fructificáramos para Dios. 5.Porque, cuando estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas, excitadas por la ley, obraban en nuestros miembros, a fin de que produjéramos frutos de muerte. 6.Mas, al presente, hemos quedado emancipados de la ley, muertos a aquello que nos tenía aprisionados, de modo que sirvamos con un espíritu nuevo y no con la letra vieja."

      Col 2,20:

     "Una vez que habéis muerto con Cristo a los elementos del mundo ¿por qué sujertaros, como si aún vivierais en el mundo, a preceptos como 21.«no tomes», «no gustes», «no toques», 22.cosas todas destinadas a perecer con el uso y debidas a preceptos y doctrinas puramente humanos? 23.Tales cosas tienen una apariencia de sabiduría por su piedad afectada, sus mortificaciones y su rigor con el cuerpo; pero sin valor alguno contra la insolencia de la carne."


    de la cual les ha «rescatado»:

       Ga 3,13:

     "Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose él mismo maldición por nosotros, pues dice la Escritura: Maldito todo el que está colgado de un madero,"

    para hacer de ellos hijos adoptivos

       Gal 4 5:

     "para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva. 6.La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!"

   Por el Espíritu de la Promesa, da al hombre nuevo

       Ef 2,15:

     “anulando en su carne la Ley de los mandamientos con sus preceptos, para crear en sí mismo, de los dos, un solo Hombre Nuevo, haciendo la paz,"

    la fuerza interior para realizar el bien que la ley ordenaba

       Rm 8 4-5:

    4"a fin de que la justicia de la ley se cumpliera en nosotros que seguimos una conducta, no según la carne, sino según el espíritu. 5.Efectivamente, los que viven según la carne, desean lo carnal; mas los que viven según el espíritu, lo espiritual."

                              Este régimen de la gracia que sustituye  
                         al de la Ley antigua puede también ser llamado ley:

     Pero es la «ley de la fe»:

       Rm 3,27:

      "¿Dónde está, entonces, el derecho a gloriarse? ¿Queda eliminado.!? ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No. Por la ley de la fe."

    la «ley de Cristo»:

 

      Gal 6 2:

   "2. Ayudaos mutuamente a llevar vuestras cargas y cumplid así la ley de Cristo."

    la «ley del Espíritu»:

      Rm 8,2:     

      "2. Porque la ley del espíritu que da la vida en Cristo Jesús te liberó de la ley del pecado y de la muerte."

cuyo compendio 
total es el amor:

      Ga 5 14

     "Pues toda la ley alcanza su plenitud en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo."

      Rm 13,8-10:  

    "8.Con nadie tengáis otra deuda que la del mutuo amor. Pues el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. 9.En efecto, lo de: No adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás y todos los demás preceptos, se resumen en esta fórmula: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 10.La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud."

      St 2,8:

     "8 Si cumplís plenamente la Ley regia según la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, obráis bien; 9.pero si tenéis acepción de personas, cometéis pecado y quedáis convictos de transgresión por la Ley. 10.Porque quien observa toda la Ley, pero falta en un solo precepto, se hace reo de todos. 11.Pues el que dijo: No adulteres, dijo también: No mates. Si no adulteras, pero matas, eres transgresor de la Ley."

      Jn 13,34:

      "Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros."

Participación del amor 
del Padre y del Hijo:

      Ga 4,6:

     "6.La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!"

      Rm 5,5:  

    "y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado."

LA CARNE Y EL ESPÍRITU (Rom 8, 5-11)

V. 5-13: Los Bautizados son animados por el Espíritu:

V. 5-8: La Carne vs el Espíritu

5.Efectivamente, los que viven según la carne, desean lo carnal; mas los que viven según el espíritu, lo espiritual. 6.Pues las tendencias de la carne son muerte; mas las del espíritu, vida y paz, 7.ya que las tendencias de la carne llevan al odio a Dios: no se someten a la ley de Dios, ni siquiera pueden; 8.así, los que están en la carne, no pueden agradar a Dios.

V. 9-11: Aplicación de los Principios del Bautismo

9.Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no le pertenece; 10.mas si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo haya muerto ya a causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia. 11.Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros.

m Rm 8,10 Por causa del pecado,

-      5,12:  "Por tanto, como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron;"

 ü el cuerpo está destinado a la muerte física y es instrumento de muerte espiritual; pero el Espíritu es vida, fuerza de resurrección.

 m Rm 8,11 dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu

 que habita en vosotros


La resurrección de los cristianos se halla en estrecha dependencia de la de Cristo:

1 Ts 4,14

"Porque si creemos que Jesús murió y que resucitó, de la misma manera Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús."

1 Cor 6,14

"Y Dios, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros mediante su poder."

1Cor 15,20-22

"¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos como primicias de los que durmieron. 21.Porque, habiendo venido por un hombre la muerte, también por un hombre viene la resurrección de los muertos. 22.Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo.

2 Cor 4,14

"sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús, también nos resucitará con Jesús y nos presentará ante él juntamente con vosotros."

2Cor 13,4

"Pues, ciertamente, fue crucificado en razón de su flaqueza, pero está vivo por la fuerza de Dios. Así también nosotros: somos débiles en él, pero viviremos con él por la fuerza de Dios sobre vosotros."

Rm 6,5

"Porque si hemos hecho una misma cosa con él por una muerte semejante a la suya, también lo seremos por una resurrección semejante"

Ef 2,6

"y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús"

Col 1,18

"El es también la Cabeza del Cuerpo, de la Iglesia: El es el Principio, el Primogénito de entre los muertos, para que sea él el primero en todo,"

Col 2,12s

"Sepultados con él en el bautismo, con él también habéis resucitado por la fe en la acción de Dios, que resucitó de entre los muertos."

2Tm 2,11

"Es cierta esta afirmación: Si hemos muerto con él, también viviremos con él"

m Y el Padre los resucitará a su vez por el mismo poder y el mismo don del Espíritu:

-      Rm1:4-5: "constituido Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos, Jesucristo Señor nuestro, 5.por quien recibimos la gracia y el apostolado, para predicar la obediencia de la fe a gloria de su nombre entre todos los gentiles"

 m Esta transformación se prepara desde ahora en una vida nueva que hace de ellos hijos a imagen del Hijo, incorporación a Cristo resucitado que se realiza por la fe, y el bautismo.

Rom 8,14

"En efecto, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios."

Rom 8,29

"Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos"

Rom 6,4

"Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva."

 m Para describir mejor la vida en el Espíritu, Pablo opone enérgicamente las dos categorías de «carne» y «espíritu»:

  m la carne designa esa tendencia personal de resistencia a Dios, que arrastra a la muerte; el espíritu es el nuevo principio de acción que apunta hacia la vida. Pero ese espíritu no es auténtico más que en la medida en que se encuentra como impregnado del Espíritu mismo de Dios.

 m La presencia o la habitación de ese Espíritu en el espíritu del cristiano señala precisamente la pertenencia verdaderamente cristiana, ya ahora y mañana más todavía, cuando Dios por su Espíritu resucite a los cristianos.

m Porque ya están dadas las arras del Espíritu, esa garantía de la presencia del Espíritu, incluso antes del tiempo de la plenitud:

Rom 8,23

Dios «nos ha marcado también con un sello y ha puesto en nuestros corazones las arras del Espíritu»

2Cor 1,22

"y el que nos marcó con su sello y nos dio en arras el Espíritu en nuestros corazones."

2 Cor 5,5

"Y el que nos ha destinado a eso es Dios, el cual nos ha dado en arras el Espíritu."

Ef 1,13-14

13"En él también vosotros, tras haber oído la Palabra de la verdad, el Evangelio de vuestra salvación, y creído también en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa, 14.que es prenda de nuestra herencia, para redención del Pueblo de su posesión, para alabanza de su gloria."

m Gracias al Espíritu, la escatología está ya en parte «realizada», aun cuando tengamos que seguir esperándolo todo en la resurrección final. Esta misma idea se expresa en Rom 8, 23: «También nosotros poseemos las primicias del Espíritu», es decir los primeros frutos de una vida impregnada ya por el Espíritu.

m El Espíritu ha construido ya su morada:

1 Cor 3,16-17

"¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? 17.Si alguno destruye el santuario de Dios, Dios le destruirá a él; porque el santuario de Dios es sagrado, y vosotros sois ese santuario."

1Cor 6,19

"¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?"

2Cor 6,16

"¿Qué conformidad entre el santuario de Dios y el de los ídolos? Porque nosotros somos santuario de Dios vivo, como dijo Dios: Habitaré en medio de ellos y andaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo."

Rom 8,9:

“Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no le pertenece”

Rom 8,11

“Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros”.

m Y al mismo tiempo la vida cristiana sigue estando bajo el signo de la espera y de la esperanza:

- Rom 8, 23-24 «...También nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior en la espera de la adopción, del rescate de nuestros cuerpos. Porque en esperanza es como hemos sido salvados».

HIJO DE DIOS (Rom 8, 14-16)

V. 14-17: La Glorificación:

14.En efecto, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. 15.Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! 16.El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. 17.Y, si hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados.

m Rm 8 14 Más que simple «maestro interior», el Espíritu es el principio de una vida propiamente divina en Cristo:

Rom 5,5

"y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado."

Gal 2,20

"y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí."

m Rm 8,15: ¡Abbá, Padre!  La misma oración de Cristo en Getsemaní, Mc 14,36+. Tenemos aquí la plegaria cristiana por excelencia, la misma que Jesús dirigió a su Padre. Se observará la utilización del término arameo abba, traducido por padre (más exactamente: «papá»).

ü En Gál 3, 26, escribe Pablo: «Pues todos vosotros sois hijos de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús». Por tanto, los creyentes quedan situados como hijos respecto al Padre: aquel que entregó a su Hijo ha querido hacer de nosotros hijos suyos.

ü En Rom 8,15, "Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre!"

se subraya de forma particular la acción del Espíritu en este caso, dado que el cristiano tiene que haber recibido «un espíritu de adopción filial», hasta el punto de haberlo experimentado íntimamente en su espíritu gracias al Espíritu.

ü Se observará aquí la palabra «adopción», un término sacado del lenguaje jurídico helenista, desconocido en la Escritura y utilizado raras veces en el Nuevo Testamento:


Rom 8,15

"Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre!"

Gal 4,5

"para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva. "

Ef 1,5

"eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad,"

m Pablo no vacila en utilizar esta palabra del mundo helenista, ya que es capaz de traducir mejor con ella una realidad nueva. Al llegar a ser Hijo, el esclavo adquiere la libertad. El esclavo liberado es adoptado como hijo, y de esta manera se hace heredero, y en el caso del Bautizado recibe el don real del Espíritu. En Gál 4, 5-6, el apóstol expresa un pensamiento análogo: «... para que recibiéramos la adopción. Y como sois hijos, Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que grita: ¡Abba, Padre!». 

Destinados a la Gloria 

Rom 8,18-27

Primera Parte Rom 8,18-25

Rm 8,19: Pues la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios. . 20.La creación, en efecto, fue sometida a la vanidad, no espontaneamente, sino por aquel que la sometió, en la esperanza 21.de ser liberada de la servidumbre de la corrupción para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. 22.Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto. 23.Y no sólo ella; también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, nosotros mismos gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo. 24.Porque nuestra salvación es en esperanza; y una esperanza que se ve, no es esperanza, pues ¿cómo es posible esperar una cosa que se ve? 25.Pero esperar lo que no vemos, es aguardar con paciencia.

m V.20: La creación: El mundo material, creado para el hombre, participa de su mismo destino. Maldito a causa del pecado del hombre, Gn 3,17, actualmente se halla en un estado violento: «caducidad».

m v. 20: fue sometida a la vanidad: cualidad de orden moral ligada al pecado del hombre,

m v. 21: «esclavitud de la corrupción», , cualidad de orden físico.

ü Mas, como el cuerpo del hombre, destinado a la gloria, también él es objeto de redención, vv. 21.23; también él tendrá su parte en la «libertad» del estado glorioso, vv. 21.23.

ü La filosofía griega quería liberar el espíritu de la materia considerada como mala; el cristianismo libera la materia misma, considerándola buena. Igual extensión de la salvación al mundo no humano (especialmente al mundo angélico):

Col 1,20:

"y reconciliar por él y para él todas las cosas, pacificando, mediante la sangre de su cruz, lo que hay en la tierra y en los cielos."

Ef 1,10:

"para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza, lo que está en los cielos y lo que está en la tierra."

2P 3,13

"Pero esperamos, según nos lo tiene prometido, nuevos cielos y nueva tierra, en lo que habite la justicia."

Ap 21,1-5.

"1. Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva - porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar no existe ya. 2.Y vi la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo. 3.Y oí una fuerte voz que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios con los hombres. Pondrá su morada entre ellos y ellos serán su pueblo y él Dios - con - ellos, será su Dios. 4.Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado.» 5.Entonces dijo el que está sentado en el trono: «Mira que hago un mundo nuevo.» Y añadió: «Escribe: Estas son palabras ciertas y verdaderas.»"

2Cor 5 17:

Sobre la nueva creación: "Por tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo."

m Rm 8 24:  Literalmente «fuimos salvados esperando», o «en esperanza». Se trata de la salvación escatológica,

-      Rom 5,1-11.

Segunda parte

Rom 8,26-27

    Rom 8,26: Y de igual manera, el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables, 27.y el que escruta los corazones conoce cuál es la aspiración del Espíritu, y que su intercesión a favor de los santos es según Dios.

m Rm 8,26no sabemos cómo pedir para orar como conviene”:

ü Siguiendo a Jesús:

Mt 6,5-6:

"«Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. 6.Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará."

Mt 14,23

"Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba solo allí."

ü y conforme a la costumbre de los primeros cristianos:

Hch 2 42:

"Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones."

ü Pablo recomienda la oración constante:

Rm 12,12:

"con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración"

Ef 6,18:

"siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos"

Flp 4,6:

"No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias."

Col 4,2:

"Sed perseverantes en la oración, velando en ella con acción de gracias."

1 Ts 5,17:

"Orad constantemente."

1 Tm 2,8:

"Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar elevando hacia el cielo unas manos piadosas, sin ira ni discusiones."

1 Tm 5,5:

"Pero la que de verdad es viuda y ha quedado enteramente sola, tiene puesta su esperanza en el Señor y persevera en sus plegarias y oraciones noche y día."

1 Cor 7,5:  

"No os neguéis el uno al otro sino de mutuo acuerdo, por cierto tiempo, para daros a la oración; luego, volved a estar juntos, para que Satanás no os tiente por vuestra incontinencia."

ü Él mismo ruega sin descanso por sus fieles:

Ef 1,16:

"No ceso de dar gracias por vosotros recordándoos en mis oraciones"

Flp 1,4:

"rogando siempre y en todas mis oraciones con alegría por todos vosotros"

Col 1,3.9:

"Damos gracias sin cesar a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por vosotros en nuestras oraciones," 9"Por eso, tampoco nosotros dejamos de rogar por vosotros desde el día que lo oímos, y de pedir que lleguéis al pleno conocimiento de su voluntad con toda sabiduría e inteligencia espiritual,"

1 Ts 1,2:

"En todo momento damos gracia a Dios por todos vosotros, recordándoos sin cesar en nuestras oraciones."

1 Tes 3,10:

"Noche y día le pedimos insistentemente poder ver vuestro rostro y completar lo que falta a vuestra fe."

2 Ts 1,11:

"Con este objeto rogamos en todo tiempo por vosotros: que nuestro Dios os haga dignos de la vocación y lleve a término con su poder todo vuestro deseo de hacer el bien y la actividad de la fe,"

Flm 4:

"Doy gracias sin cesar a mi Dios, recordándote en mis oraciones,"

ü como igualmente les pide que rueguen por él:

Rm 15 30:

"Pero os suplico, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu Santo, que luchéis juntamente conmigo en vuestras oraciones rogando a Dios por mí"

2 Co 1,11:

"si colaboráis también vosotros con la oración en favor nuestro, para que la gracia obtenida por intervención de muchos sea por muchos agradecida en nuestro nombre."

Ef 6,18-19:  

" siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos," 19"y también por mí, para que me sea dada la Palabra al abrir mi boca y pueda dar a conocer con valentía el Misterio del Evangelio,"

Flp 1,19:

"Pues yo sé que esto servirá para mi salvación gracias a vuestras oraciones y a la ayuda prestada por el Espíritu de Jesucristo,"

Col 4,3:

"orad al mismo tiempo también por nosotros para que Dios nos abra una puerta a la Palabra, y podamos anunciar el Misterio de Cristo, por cuya causa estoy yo encarcelado,"

1 Ts 5,25:

"Hermanos, orad también por nosotros."

2 Ts 3,1:  

"Finalmente, hermanos, orad por nosotros para que la Palabra del Señor siga propagándose y adquiriendo gloria, como entre vosotros,"

Flm 22:

"Y al mismo tiempo, prepárame hospedaje; pues espero que por vuestras oraciones se os concederá la gracia de mi presencia."

Hb 13,18:

"Rogad por nosotros, pues estamos seguros de tener recta conciencia, deseosos de proceder en todo con rectitud."

ü y los unos por los otros:

2 Cor 9,14:

"Y con su oración por vosotros, manifiestan su gran afecto hacia vosotros a causa de la gracia sobreabundante que en vosotros ha derramado Dios."

Ef 6,18:

"siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos,"

 sobre la oración por los hermanos pecadores y enfermos:

1 Jn 5 16:

"Si alguno ve que su hermano comete un pecado que no es de muerte, pida y le dará vida - a los que cometan pecados que no son de muerte pues hay un pecado que es de muerte, por el cual no digo que pida -."

St 5,13-16:

"¿Sufre alguno entre vosotros? Que ore. ¿Está alguno alegre? Que cante salmos. 14.¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. 15.Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados. 16.Confesaos, pues, mutuamente vuestros pecados y orad los unos por los otros, para que seáis curados. La oración ferviente del justo tiene mucho poder."

ü Además de las gracias de progreso espiritual, estas oraciones piden:

La remoción de los obstáculos externos

1 Ts 2,18:

"Por eso quisimos ir a vosotros - yo mismo, Pablo, lo intenté una y otra vez - pero Satanás nos lo impidió."

1Tes 3,10:

"Noche y día le pedimos insistentemente poder ver vuestro rostro y completar lo que falta a vuestra fe."

Rm 1,10:

"rogándole siempre en mis oraciones, si es de su voluntad, encuentre por fin algún día ocasión favorable de llegarme hasta vosotros,"

La remoción de los obstáculos interiores,

 

2Cor 12,8-9

"Por este motivo tres veces rogué al Señor que se alejase de mí. 9.Pero él me dijo: «Mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra perfecta en la flaqueza». Por tanto, con sumo gusto seguiré gloriándome sobre todo en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo."

el bien del orden social

1 Tm 2,1-2:  

"1.Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; 2.por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad."

Pablo insiste mucho sobre

la oración de acción de gracias:

2 Co 1,11:

"si colaboráis también vosotros con la oración en favor nuestro, para que la gracia obtenida por intervención de muchos sea por muchos agradecida en nuestro nombre."

Ef 5,4:

"Lo mismo de la grosería, las necedades o las chocarrerías, cosas que no están bien; sino más bien, acciones de gracias."

Flp 4,6:

"No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias."

Col 2,7:

"enraizados y edificados en él; apoyados en la fe, tal como se os enseñó, rebosando en acción de gracias."

Col 4,2:

"Sed perseverantes en la oración, velando en ella con acción de gracias;"

1 Ts 5,18:

"En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros."

1 Tm 2,1:  

"Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres"

La acción de gracias

debe seguir a toda acción:

Ef 5,19-20

"19. Reciten entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor, 20.dando gracias continuamente y por todo a Dios Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo."

Col 3 17:  

"y todo cuanto hagáis, de palabra y de boca, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio a Dios Padre."

 

 

 


especialmente a la comida:

Rm 14,6:

"El que se preocupa por los días, lo hace por el Señor; el que come, lo hace por el Señor, pues da gracias a Dios: y el que no come, lo hace por el Señor, y da gracias a Dios."

1 Co 10 31:

"Por tanto, ya comáis, ya bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios."

1 Tm 4,3-5:

"3.éstos prohíben el matrimonio y el uso de alimentos que Dios creó para que fueran comidos con acción de gracias por los creyentes y por los que han conocido la verdad. 4.Porque todo lo que Dios ha creado es bueno y no se ha de rechazar ningún alimento que se coma con acción de gracias; 5.pues queda santificado por la Palabra de Dios y por la oración."

con ella empieza él mismo todas sus cartas

Rm1,8:  

"Ante todo, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo, por todos vosotros, pues vuestra fe es alabada en todo el mundo."

 

 

 

 y quiere que penetre las relaciones de los cristianos entre sí

1 Cor 14,17:

"¡Cierto!, tu acción de gracias es excelente; pero el otro no se edifica."

2 Cor 1,11:

"si colaboráis también vosotros con la oración en favor nuestro, para que la gracia obtenida por intervención de muchos sea por muchos agradecida en nuestro nombre."

2 Cor 4,15:

"Y todo esto, para vuestro bien a fin de que cuantos más reciban la gracia, mayor sea el agradecimiento, para gloria de Dios."

2Cor 9,11-12:

"Sois ricos en todo para toda largueza, la cual provocará por nuestro medio acciones de gracias a Dios. 12.Porque el servicio de esta ofrenda no sólo provee a las necesidades de los santos, sino que redunda también en abundantes acciones de gracias a Dios."

La oración de acción de gracias y de alabanza

1 Cor cap 11-14,

 

Es el alma de las asambleas litúrgicas

en las que los hermanos se edifican mutuamente por medio de cánticos inspirados

Ef 5,19:

"Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor”

Col 3,16:

"La palabra de Cristo habite en vosotros con toda su riqueza; instruíos y amonestaos con toda sabiduría, cantad agradecidos, himnos y cánticos inspirados,"

Porque la oración cristiana tiene su origen

en el Espíritu Santo, Pablo, insiste en la garantía que supone la presencia del Espíritu de Cristo en el cristiano

 

 

 

haciéndole

orar

con

disposiciones

de hijo:

 

Rm 8 15.26-27:

15"Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre!" 26"Y de igual manera, el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables, 27.y el que escruta los corazones conoce cuál es la aspiración del Espíritu, y que su intercesión a favor de los santos es según Dios."

Ga 4,6:

"La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!"

Ef 6,18:  

"siempre en oración y súplica, orando en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos,"

Judas 20:  

"Pero vosotros, queridos, edificándoos sobre vuestra santísima fe y orando en el Espíritu Santo,"

mientras

el mismo

Cristo, a la

derecha del

Padre,

intercede

 por nosotros

Rm8,34:

"¿Quién condenará? ¿Acaso Cristo Jesús, el que murió; más aún el que resucitó, el que está a la diestra de Dios, y que intercede por nosotros?"

Hb 7,25:

"De ahí que pueda también salvar perfectamente a los que por él se llegan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor."

1 Jn 2,1:

"Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. "

En

consecuencia,

el Padre

otorga su

favor en

forma sobreabundante,

Ef 3,20:  

"A Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar, conforme al poder que actúa en nosotros."

 

 

 

 

 

 

Los cristianos

son los

que

invocan

el nombre

de

Jesucristo,

1 Cor 1,2:

"a la Iglesia de Dios que está en Corinto: a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con cuantos en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor nuestro, de nosotros y de ellos"

Rm 10,12-13:

12.Que no hay distinción entre judío y griego, pues uno mismo es el Señor de todos, rico para todos los que le invocan. 13.Pues todo el que invoque el nombre del Señor se salvará."

2 Tm 2,22:

"Huye de las pasiones juveniles. Vete al alcance de la justicia, de la fe, de la caridad, de la paz, en unión de los que invocan al Señor con corazón puro."

St 2,6-7:

"6.Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es semejante al oleaje del mar, movido por el viento y llevado de una a otra parte. 7.Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste,"

Hch2,21:

"Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará."

Hech 9 14.21:

"y que está aquí con poderes de los sumos sacerdotes para apresar a todos los que invocan tu nombre.»" 21"Todos los que le oían quedaban atónitos y decían: «¿No es éste el que en Jerusalén perseguía encarnizadamente a los que invocaban ese nombre, y no ha venido aquí con el objeto de llevárselos atados a los sumos sacerdotes?»"

Hech 22 16.

"Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre."

Sobre la

actitud

exterior

en la oración:  

1 Cor 11,4-16:

 

 

1 Tm 2,8:

"Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar elevando hacia el cielo unas manos piadosas, sin ira ni discusiones."

 m Finalmente, como ya se ha dicho anteriormente, es el Espíritu el que ora en el cristiano: «Del mismo modo, el Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad. Porque no sabemos orar como es debido; pero el mismo Espíritu intercede por nosotros con gemidos inenarrables, y aquel que sondea los corazones sabe cuáles son los deseos del Espíritu y que éste intercede por los santos según Dios» (Rom 8, 26-27).

 m Entonces, no solamente el Espíritu está en el principio de la nueva plegaria, sino que la acompaña en todo su recorrido y pone de manifiesto su contenido más auténtico, hasta el punto de que Dios interroga al Espíritu para que se manifiesten «los deseos del Espíritu, «en favor de los santos», es decir de la comunidad entera.

m Por medio del Espíritu, la realidad más profunda de nuestra oración supera siempre las apariencias de nuestra plegaria.

CONCLUSION


 m La lectura de Rom 8 merecería ciertamente un estudio más profundo, sin hablar de los demás textos paulinos o atribuidos a Pablo sobre el Espíritu. Es difícil hacer la síntesis de los mismos, ya que la palabra y sobre todo la realidad que designa se escapan siempre en cierto modo de una investigación demasiado lógica o sistemática.

 m En su referencia al Espíritu, el apóstol intenta decir toda la novedad de la vida cristiana, y ante todo la novedad de la alianza en la antítesis entre ley y espíritu o letra y espíritu.


Gál 3, 2

"Quiero saber de vosotros una sola cosa: ¿recibisteis el Espíritu por las obras de la ley o por la fe en la predicación?"

2 Cor 3, 4-11

"Esta es la confianza que tenemos delante de Dios por Cristo. 5.No que por nosotros mismos seamos capaces de atribuirnos cosa alguna, como propia nuestra, sino que nuestra capacidad viene de Dios, 6.el cual nos capacitó para ser ministros de una nueva Alianza, no de la letra, sino del Espíritu. Pues la letra mata mas el Espíritu da vida. 7.Que si el ministerio de la muerte, grabado con letras sobre tablas de piedra, resultó glorioso hasta el punto de no poder los hijos de Israel fijar su vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, aunque pasajera, 8.¡cuánto más glorioso no será el ministerio del Espíritu! 9.Efectivamente, si el ministerio de la condenación fue glorioso, con mucha más razón lo será el ministerio de la justicia. 10.Pues en este aspecto, no era gloria aquella glorificación en comparación de esta gloria sobreeminente. 11.Porque si aquello, que era pasajero, fue glorioso, ¡cuánto más glorioso será lo permanente!"

Rom 2, 29

"El verdadero judío lo es en el interior, y la verdadera circuncisión, la del corazón, según el espíritu y no según la letra. Ese es quien recibe de Dios la gloria y no de los hombres."

Rom 7, 6

"Mas, al presente, hemos quedado emancipados de la ley, muertos a aquello que nos tenía aprisionados, de modo que sirvamos con un espíritu nuevo y no con la letra vieja."

m Pablo quiere expresar también toda la dinámica nueva de la vida cristiana, el «dinamismo del Espíritu»  Rom 15,13: "El Dios de la esperanza os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo."; Rom 1,4: "constituido Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos, Jesucristo Señor nuestro"; que afecta no solamente al bautizado individual, saciado del Espíritu, sino a la iglesia entera (1 Cor 12, 11.13): "Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad."(…) "Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu."

m Esta fuerza de Dios penetra finalmente en la historia entera, ya que las arras o las primicias del Espíritu ya se nos han dado (Rom 8, 23) antes de que todo haya sido enteramente renovado en el Espíritu (Rom 8, 11).

VEN ESPÍRITU SANTO...VEN.