lunes, 18 de mayo de 2020

ESTUDIO LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES/3



CAPÍTULO 3

3,1-11
3,12-26
Segundo discurso kerigmático de Pedro




Curación del Tullido
 Hech 3,1-11

1"Pedro y Juan subían al Templo para la oración de la hora nona. 2.Había un hombre, tullido desde su nacimiento, al que llevaban y ponían todos los días junto a la puerta del Templo llamada Hermosa para que pidiera limosna a los que entraban en el Templo. 3.Este, al ver a Pedro y a Juan que iban a entrar en el Templo, les pidió una limosna. 4.Pedro fijó en él la mirada juntamente con Juan, y le dijo: «Míranos.» 5.El les miraba con fijeza esperando recibir algo de ellos. 6.Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te doy: en nombre de Jesucristo, el Nazoreo, ponte a andar.» 7.Y tomándole de la mano derecha le levantó. Al instante cobraron fuerza sus pies y tobillos, 8.y de un salto se puso en pie y andaba. Entró con ellos en el Templo andando, saltando y alabando a Dios. 9.Todo el pueblo le vio cómo andaba y alababa a Dios; 10.le reconocían, pues él era el que pedía limosma sentado junto a la puerta Hermosa del Templo. Y se quedaron llenos de estupor y asombro por lo que había sucedido. 11.Como él no soltaba a Pedro y a Juan, todo el pueblo, presa de estupor, corrió donde ellos al pórtico llamado de Salomón."


& Hech 3,1 "Pedro y Juan subían al Templo para la oración de la hora nona.
m hora nona: Las tres de la tarde. Era la hora del sacrificio de la tarde, ver Ex 29,39-42; Lc 1,8-10; Hch10 3.30.
S  Lc 1,9 Quemar el incienso: Este oficio consistía en renovar las brasas y los perfumes en el altar del incienso que se hallaba ante el Santo de los Santos, Según Ex 30 6-8, la incensación tenía lugar antes del sacrificio de la mañana y después del de la tarde.
& Hech 3,2: Había un hombre, tullido desde su nacimiento, al que llevaban y ponían todos los días junto a la puerta del Templo llamada Hermosa para que pidiera limosna a los que entraban en el Templo.
  m llamada Hermosa Probablemente la puerta llamada «Corintia» que, por el este del santuario, daba acceso desde el patio exterior, o atrio de los Gentiles, al primer patio interior o atrio de las mujeres.

Hech 3,6: Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te doy: en nombre de Jesucristo, el Nazoreo, ponte a andar

m Hch3 6 Var.: «levántate y anda», ver Lc 5,23-24, etc.
& Hech 3,11: Como él no soltaba a Pedro y a Juan, todo el pueblo, presa de estupor, corrió donde ellos al pórtico llamado de Salomón."

m (a) al pórtico llamado de Salomón. Columnata que se extendía sobre todo el flanco oriental de la explanada del Templo.
m (b) en nombre de Jesucristo: Esta invocación se encuentra en diferentes pasajes del libro de los hechos, como: (Hech 2,21.38; 3,6; 4,7.10.12.30; 10,43; 16,18; 19,13).
 Hech 3,12-26

Segundo discurso kerigmático de Pedro


12.Pedro, al ver esto, se dirigió al pueblo:
«Israelitas, ¿por qué os admiráis de esto, o por qué nos miráis fijamente, como si por nuestro poder o piedad hubiéramos hecho caminar a éste? 
Dios glorificó a su siervo Jesús
13.El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien vosotros entregasteis y de quien renegasteis ante Pilato, cuando éste estaba resuelto a ponerle en libertad. 
Negaron al santo y justo
14.Vosotros renegasteis del Santo y del Justo, y pedisteis que se os hiciera gracia de un asesino, 
Mataron al Jefe de la vida
15.y matasteis al Jefe que lleva a la Vida. 
A quien Dios levantó de entre los muertos
Pero Dios le resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello. 16.Y por la fe en su nombre, este mismo nombre ha restablecido a éste que vosotros veis y conocéis; es, pues, la fe dada por su medio la que le ha restablecido totalmente ante todos vosotros. 17.«Ya sé yo, hermanos, que obrasteis por ignorancia, lo mismo que vuestros jefes. 
Dios, lo anunció por boca de todos los profetas
18.Pero Dios dio cumplimiento de este modo a lo que había anunciado por boca de todos los profetas: que su Cristo padecería. 
Conviértanse 
19.Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, 
Coincidencia con la profecía de Malaquías 
20.a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que os había sido destinado, a Jesús, 21.a quien debe retener el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de que Dios habló por boca de sus santos profetas. 
Argumentación escriturística: 
Dt. 18, 15-19.
22.Moisés efectivamente dijo: El Señor Dios os suscitará un profeta como yo de entre vuestros hermanos; escuchadle todo cuanto os diga. 23.Todo el que no escuche a ese profeta, sea exterminado del pueblo. 24.Y todos los profetas que desde Samuel y sus sucesores han hablado, anunciaron también estos días. 25.«Vosotros sois los hijos de los profetas y de la alianza que Dios estableció con vuestros padres al decir a Abraham: En tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra. 
Dios ha resucitado a su siervo para bendeciros.
26.Para vosotros en primer lugar ha resucitado Dios a su Siervo y le ha enviado para bendeciros, apartándoos a cada uno de vuestras iniquidades.»"
Estructura del Discurso
13
14
15ª.
15b.
18
19 
19
20-21


22-23
26
Dios glorificó a su siervo Jesús
Negaron al santo y justo
Mataron al Jefe de la vida
A quien Dios levantó de entre los muertos
Dios, lo anunció por boca de todos los profetas
Conviértanse y cambien para que sean borrados los pecados
Y les envié al Mesías Jesús
Coincidencia con la profecía de Malaquías (El cielo retiene a Jesús
hasta los tiempos de la consolación y de la restauración de todo (Ml
3,23-24).
Argumentación escriturística: Dt. 18, 15-19.
Dios ha resucitado a su siervo para bendeciros.

m Al igual que el anterior discurso, Hch 3,12-26 constituye, sobre todo en su parte principal (vv. 20-26), una exégesis rabínica midráshica de Dt 18, 15-19.
m También aquí se explota el doble sentido cuando, recordando Dt 18,26, utiliza el verbo anistemi con sus dos vertientes: suscitar y resucitar, esto va a conducir al autor a la afirmación fundamental que constituye el nervio principal de la argumentación: la resurrección de Jesús. 
& 3,13. El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien vosotros entregasteis y de quien renegasteis ante Pilato, cuando éste estaba resuelto a ponerle en libertad.
m (a) su siervo Jesús (Ver 13 y 26)
ü Los cristianos reconocen en Jesús al misterioso «Siervo» de Isias (42; 52,13-53,12 (parcialmente citado en Hch 8,32-33), También encontraremos esta expresión en (Hech 4,27.30).
ü La glorificación que Dios le ha concedido es su resurrección, v. 15. (Ver Jn 17,5).
m (b) vosotros entregasteis Ver Is 53,12. Igual alusión al Canto del Siervo: Rm 4,25; 8,32; Ga 2,20; Ef 5 2.25; Hech 7,52.
m (c) renegasteis Como Moisés, 7,35, también él figura de Cristo y rechazado por sus compatriotas.
m Los versículos 13 y 14 contienen también otras expresiones tomadas del último Cántico del Siervo del Is 52-53; el Siervo de YHWH entregado y glorificado de Isaías, es identificado con Jesús.
Si en Isaías se había afirmado que Dios suscitará a su servidor, 
 Lucas dirá que Dios ha resucitado a Jesús (v. 26). Si Jesús experimenta la ignominia de la muerte en cruz no debe aparecer extraño a los oídos de quienes escuchan el mensaje, por el contrario, Dios lo había previsto “por boca de su santos profetas”. Estamos por tanto delante de una relectura de Dt 18, 15-19 a la luz del último cántico del Siervo sufriente de Is 52,13-53,12.

& Hech 3,14: Vosotros renegasteis del Santo y del Justo, y pedisteis que se os hiciera gracia de un asesino,

m (a) del Santo  Comparar con Hch 4,27.30: Jesús es el «Siervo santo» de Dios. Es también «el Santo de Dios» y «el Santo» por excelencia: Hech 2,27; Lc 1 35; 4 34; Mc 1 24+; Jn 6 69; Ap 3 7.
m (b) y del Justo Ver Is 53,11; Hech 7,52; 22,14; ver asimismo Mt 27,19; Lc 23,47; 1Ped 3,18; 1Jn 2,1.
& Hech 3,15: y matasteis al Jefe que lleva a la Vida. Pero Dios le resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.

m al Jefe que lleva a la Vida 
  El jefe que lleva a los suyos a la vida que le pertenece. La Secuencia de la misa de Pascua recoge la expresión: Dux vitae mortuus regnat vivus. Parecido título de «jefe» se da, (Hech 7,27.35), a Moisés, figura de Cristo. (Ver 5,31+; Hb 2,10).


& Hech 3,16: Y por la fe en su nombre, este mismo nombre ha restablecido a éste que vosotros veis y conocéis; es, pues, la fe dada por su medio la que le ha restablecido totalmente ante todos vosotros.

m en su nombre…restablecido totalmente ante todos vosotros En la concepción de los antiguos, el nombre es inseparable de la persona y participa de sus prerrogativas, (ver Ex 3,14+). Así la invocación del nombre de Jesús, (Hech 2,21.38+), evoca el poder de Jesús; (Hech 3,6; 4,7.10.30; 10,43; 16,18; 19,13). Mas para que la invocación resulte eficaz exige fe en quien a ella recurre, (ver Hech 19, 13-17).
&  Hech 3,17: «Ya sé yo, hermanos, que obrasteis por ignorancia, lo mismo que vuestros jefes.

m obrasteis por ignorancia Parece aludir a Lc 23,34; (ver Hech 7,60).
&  Hech 3,19: Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados,


m convertíos

ü  Por la «conversión», el hombre «se vuelve, se da media vuelta» espiritualmente, ver Mt 3,2+.
ü  Los gentiles deben volver a Dios abandonando los ídolos: ver 1Ts 1,9; Ga 4,9; 1Cor 10,7.14; Hech 14 15;15,19; 26,18.20;
ü  los judíos deben convertirse al Señor reconociendo a Jesús como Señor: ver 2Cor 3,16; Hech 9,35.
ü  Los términos se hallan invertidos en Lc 1,16; Hech 11,21; ver 1P 2,25. Ver asimismo Is 6,10 citado en Hech 28,27; Mt 13,15; Mc 4,12; ver Jn 12 .40.
& Hech 3,20: a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que os había sido destinado, a Jesús,

m (a) el tiempo de la consolación Este tiempo coincide con el de la venida de Cristo y la restauración universal, (Hech 1,7+; Rm 2,6+); era también, en el pensamiento de los apóstoles, el tiempo de la restauración de la realeza en Israel, Hech1,6-7. El arrepentimiento y la conversión apresuran su venida, ver 2Ped 3,12.
& Hech 3,21: a quien debe retener el cielo hasta el tiempo de la restauración universal, de que Dios habló por boca de sus santos profetas.

m (a) el tiempo de la restauración universal
  [  La vuelta de los israelitas cautivos y dispersos fue anunciada por los profetas como un preludio de la era mesiánica, (Jr 16,15; 23,8; Os 11,10-11, etc.),
  [  en la que reinarán paz y felicidad sin fin, (Is 11,1-9+;65,17-25; Os 2,20+; Mi 5,6-8).
  [  Así también, cuando haya llegado el tiempo, Dios enviará a Jesús, constituido rey mesiánico desde su resurrección, (Hech 2,36+), que inaugurará su reino definitivo y la renovación de toda la creación, (ver Rm 8,19+; 1Cor 15, 24-25).
& Hch3 24: Y todos los profetas que desde Samuel y sus sucesores han hablado, anunciaron también estos días.

m anunciaron también estos días. La predicación primitiva tenía interés en demostrar cómo Jesús realizaba las profecías del AT, por
Ø  su descendencia davídica, (Hech 2,30; 13,34),
Ø  su misión de «profeta», sucesor de Moisés, (Hech 3,22s, ver Mt 16,14+; Jn 1,21+,
Ø  sus sufrimientos, (Hech 2,23)
Ø  su papel de piedra rechazada por los constructores y convertida en piedra angular, (Hech 4,11)
Ø  su resurrección, (Hech 2,25-31; 13,33-37,
Ø  su exaltación celeste a la diestra de Dios (Hech 2,34s).
& Hech 3,26: Para vosotros en primer lugar ha resucitado Dios a su Siervo y le ha enviado para bendeciros, apartándoos a cada uno de vuestras iniquidades.»"

m (a) ha resucitado Dios a su Siervo 
  Cumpliendo con ello la promesa recordada en el v. 22, ya que el mismo verbo griego significa a la vez «suscitar» y «resucitar». Con la resurrección de Cristo, Dios ha dado cumplimiento a las promesas hechas a los padres, (Hech 13,32-34; 24,14-15; 26,6-8).
  m (b) ha enviado para bendeciros  (Ver Hech 26,23; 2Tm 1,10; Ga 3.14. Cristo ha traído al mundo, por su resurrección, la bendición prometida a Abrahán, v. 25.

CAPITULO 4
4,1-37
Hech 4,1-22
Hech 4,23-31
Hech 4,32-37
-         Tercer kerigma de Pedro
Segundo pentecostés
La Oración de los apóstoles en   persecución

Hech 4,1-22
Pedro y Juan en el Sanedrín
Hech 4,1-7
Captura de Pedro y Juan
    “Estaban hablando al pueblo, cuando se les presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del Templo y los saduceos, 2.molestos porque enseñaban al pueblo y anunciaban en la persona de Jesús la resurrección de los muertos. 3.Les echaron mano y les pusieron bajo custodia hasta el día siguiente, pues había caído ya la tarde. 4.Sin embargo, muchos de los que oyeron la Palabra creyeron; y el número de hombres llegó a unos 5.000. 5.Al día siguiente se reunieron en Jerusalén sus jefes, ancianos y escribas, 6.el Sumo Sacerdote Anás, Caifás, Jonatán, Alejandro y cuantos eran de la estirpe de sumos sacerdotes. 7.Les pusieron en medio y les preguntaban: «¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho vosotros eso?»
Hech 4,8-12
Kerigma de Pedro
   8.Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, 9.puesto que con motivo de la obra realizada en un enfermo somos hoy interrogados por quién ha sido éste curado, 10.sabed todos vosotros y todo el pueblo de Israel que ha sido por el nombre de Jesucristo, el Nazoreo, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre y no por ningún otro se presenta éste aquí sano delante de vosotros. 11.El es la piedra que vosotros, los constructores, habéis despreciado y que se ha convertido en piedra angular. 12.Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.»
Hech 4,13-18
Deliberación del Sabedrín
   13.Viendo la valentía de Pedro y Juan, y sabiendo que eran hombres sin instrucción ni cultura, estaban maravillados. Reconocían, por una parte, que habían estado con Jesús; 14.y al mismo tiempo veían de pie, junto a ellos, al hombre que había sido curado; de modo que no podían replicar. 15.Les mandaron salir fuera del Sanedrín y deliberaban entre ellos. 16.Decían: «¿Qué haremos con estos hombres? Es evidente para todos los habitantes de Jerusalén, que ellos han realizado una señal manifiesta, y no podemos negarlo. 17.Pero a fin de que esto no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no hablen ya más a nadie en este nombre.» 18. Les llamaron y les mandaron que de ninguna manera hablasen o enseñasen en el nombre de Jesús.
Hech 4,19
Contestación de Pedro
    19.Mas Pedro y Juan les contestaron: «Juzgad si es justo delante de Dios obedeceros a vosotros más que a Dios. 20.No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.»
Hech 4,21-22
Conclusión
   21. Ellos, después de haberles amenazado de nuevo, les soltaron, no hallando manera de castigarles, a causa del pueblo, porque todos glorificaban a Dios por lo que había currido, 22.pues el hombre en quien se había realizado esta señal de curación tenía más de cuarenta años.”

& Hech 4,1: “Estaban hablando al pueblo, cuando se les presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del Templo y los saduceos,

4  los saduceos
  S  El partido de la aristocracia sacerdotal, opuesto al partido religioso y popular de los fariseos, ver Mt 3,7+.
 S  A los saduceos se les presenta constantemente como adversarios de la doctrina de la resurrección, (Hech 23,6-8; Lc 20,27-38p).
  S  El antagonismo entre fariseos y saduceos más de una vez hará de los primeros unos aliados de los cristianos, (ver Hech 5,34; 23,8-9; 26,5-8; Lc 20,39).



& Hech 4,5-6: 5.Al día siguiente se reunieron en Jerusalén sus jefes, ancianos y escribas, 6.el Sumo Sacerdote Anás, Caifás, Jonatán, Alejandro y cuantos eran de la estirpe de sumos sacerdotes.

4  El Gran Sanedrín de Jerusalén, tribunal supremo de Israel.
& Hech 4,12: Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.

4  Salvarnos: El nombre de Jesús significa Dios salva, (Mt 1.21).
& Hech 4,18: Les llamaron y les mandaron que de ninguna manera hablasen o enseñasen en el nombre de Jesús.

4  Hch4 18 Prohibición que parece una advertencia legal. En asuntos como éste no se podía encarcelar a los contraventores (excepto si eran rabinos) más que en caso de reincidencia. Este caso se dará en el cap. Siguiente, ver 5,28.
Hech 4,23-31
Segundo Pentecostés
La Oración de los apóstoles en   persecución
1.   Testimonio
   23 “Una vez libres, vinieron a los suyos y les contaron todo lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y ancianos.
2. La oración
    24.Al oírlo, todos a una elevaron su voz a Dios y dijeron: «Señor, tú que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, 25.tú que has dicho por el Espíritu Santo, por boca de nuestro padre David, tu siervo:
     ¿A qué esta agitación de las naciones, estos vanos proyectos de los pueblos? 26.Se han presentado los reyes de la tierra y los magistrados se han aliado contra el Señor y contra su Ungido. Sal 2,1-2
    27.«Porque verdaderamente en esta ciudad se han aliado Herodes y Poncio Pilato con las naciones y los pueblos de Israel contra tu santo siervo Jesús, a quien has ungido, 28. para realizar lo que en tu poder y en tu sabiduría habías predeterminado que sucediera. 29.Y ahora, Señor, ten en cuenta sus amenazas y concede a tus siervos que puedan predicar tu Palabra con toda valentía, 30. extendiendo tu mano para realizar curaciones, señales y prodigios por el nombre de tu santo siervo Jesús.»
3. Pentecostés
    31.Acabada su oración, retembló el lugar donde estaban reunidos, y todos quedaron llenos del Espíritu Santo y predicaban la Palabra de Dios con valentía."

    Hech 4,26: Se han presentado los reyes de la tierra y los magistrados se han aliado contra el Señor y contra su Ungido.

4  «Ungido»: la palabra griega es «Cristo» y el Hebreo Mesias, que aquí, v. 27, se explica en su sentido etimológico.
    Hech 4,27: «Porque verdaderamente en esta ciudad se han aliado Herodes y Poncio Pilato con las naciones y los pueblos de Israel contra tu santo siervo Jesús, a quien has ungido

4  (a) Herodes y Poncio Pilato Representando respectivamente a los reyes y a los «jefes» del salmo. En cuanto a Herodes, ver Lc 23,6-16.
4  (b) Jesús, a quien has ungido Por la unción que le ha constituido en el Soberano mesiánico, el Cristo, ver Mt 3,16+.
Hech 4,31: Acabada su oración, retembló el lugar donde estaban reunidos, y todos quedaron llenos del Espíritu Santo y predicaban la Palabra de Dios con valentía."
  
4  Quedaron llenos del Espíritu Santo Un pequeño Pentecostés, comparable con el primero, 2,1s. También en Jerusalén.
Hech 4,32-37
La primera Comunidad cristiana

   32 La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos. 33 Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima. 34  Ninguno padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían 35 y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades. 36 Y así José, llamado por los Apóstoles Bernabé? que quiere decir hijo del consuelo? un levita nacido en Chipre . 37 que poseía un campo, lo vendió, y puso el dinero a disposición de los Apóstoles.

   Hech 4,32: La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos.

4  Resumen análogo al de ( Hech 2,42-47 y 5,12-16). Aquí el tema es el de la comunidad de bienes; sirve de introducción a los dos ejemplos que siguen: el de Bernabé, y el de Ananías y Safira. La insistencia en la renuncia efectiva de las riquezas caracteriza la religión de Lucas, (Hech 12,33+).
Hech 4,33: Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima.

4  (a) Un poder  de la resurrección que se manifestaba en los milagros. (Hech 2,22; 3,12; 4,7; 6,8; 8,13; 10,38; 1Ts 1,5; 1Cor 2,4-5).
4  (b) gozaban de gran estima o Simpatía Ante el pueblo: (Hech 2,47; 4,21; 5,13.
36 Y así José, llamado por los Apóstoles Bernabé? que quiere decir hijo del consuelo? un levita nacido en Chipre     .

4  Bernabé
  ü  La palabra griega quiere decir a la vez consuelo y exhortación. Ver 11,23. —«hijo de», semitismo que aquí tiene el sentido de «hábil para». El nombre proviene del aramaeo (בר נביא bar naḇyā), que significa "hijo de la profecía". Asimismo, el texto griego de Hechos 4:36 explica el nombre como υός παρακλήσεως (hyios paraklēseōs), es decir, "hijo de la consolación".

  ü  Sobre Bernabé, ver (Hech 9,27; 11,22-30; 12,25; 13-15; 1 Cor 9,6; Ga 2; Col 4,10. 


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